A
comienzos del siglo XX los colombianos se vieron enfrentados a una empresa
mucho más formidable que la de Keith: la United Fruit Company. Esta empresa
tenía acceso a un rango de posibilidades más amplio que otras compañías
bananeras. Cuandola United Fruit publicó su primer informe anual, en 1900,
pagando un dividendo inicial de U.S.$2,50 por acción, la compañía era dueña de,
o había arrendado, 250.000 acres en Colombia, Costa Rica, Cuba, República
Dominicana, Honduras y Nicaragua; empleaba 15.000 trabajadores fuera de los
Estados Unidos; poseía 11 barcos a vapor, operaba otras 30 embarcaciones bajo
contrato, y era propietaria de 117 millas de red ferroviaria y de
aproximadamente 300 vagones y plataformas de carga y 17 locomotoras".
Colombia se enfrentaba a una compañía tan grande que si el país se atrevía a
hacer frente a este gigante, se arriesgaba a que la United Fruit cerrara la
operación en Colombia y bloqueara la entrada de la fruta colombiana a los
mercados de Estados Unidos y Gran Bretaña. No existía una legislación
internacional antimonopolio que pudiera detener el proceso. La United Fruit no
necesitaba el banano colombiano ya que en ese momento era dueña de extensas
tierras bananeras en otras partes de Latinoamérica, así como de vastas áreas de
reserva que podía poner a producir si le era necesario. Con estos recursos,
sólo fue cuestión de tiempo que la United Fruit consolidara su control sobre la
producción colombiana. La creciente importancia de la zona bananera, así como
el control de la United Fruit sobre ésta, pueden apreciarse según los
siguientes datos: a finales de 1906 había 15.000 trabajadores empleados por la industria
del banano en la zona. Del total de 2.282 hectáreas cultivadas, en poder de 147
cultivadores colombianos y 10 extranjeros, la United Fruit cultivaba un 35%
(799 hectáreas)". Para 1915 el total de hectáreas dedicadas a la
producción de banano había aumentado a 14.350; los cultivadores individuales
tenían 5.850 (40,7%); la compañía francesa, lnrnobiliere et Agricole de
Colombie, 2.845 (17,3%); Y la United Fruit, 6.050 (42 %) 31.El control de la
United Fruit era aún mayor que el sugerido por las cifras, ya que tenía a casi
todos los cultivadores particulares bajo contrato en 1915. Un estudio de 1913
-llevado a cabo por los representantes diplomáticos de Francia en Colombia-
sobre la posibilidad de aumentar la inversión francesa en la zona bananera indicó
que la United Fruit poseía ya un 90% del total de tierras apropiadas para el
cultivo de la fruta".
GABO Y LA MASACRE DE LAS BANANERAS
Las bananeras es tal vez el recuerdo más antiguo que tengo”,
cuenta Gabo. “Fue una leyenda, llegó a ser tan legendario que cuando yo escribí
Cien años de soledad pedí que me hicieran investigaciones de cómo fue todo y
con el verdadero número de muertos, porque se hablaba de una masacre, de una masacre
apocalíptica. No quedó muy claro nada, pero el número de muertos debió ser
bastante reducido. Lo que pasa es que 3 ó 5 muertos en las circunstancias de
ese país, en ese momento debió ser realmente una gran catástrofe y para mí fue
un problema porque cuando me encontré que no era realmente una matanza
espectacular en un libro donde todo era tan descomunal como en Cien años de
soledad, donde quería llenar un ferrocarril completo de muertos, no podía
ajustarme a la realidad histórica. Decir que todo aquello sucedió para 3 ó 7
muertos, o 17 muertos… no alcanzaba a llenar ni un vagón. Entonces decidí que
fueran 3.000 muertos, porque era más o menos lo que entraba dentro de las
proporciones del libro que estaba escribiendo. Es decir, la leyenda llegó a
quedar ya establecida como historia”. De esa forma explica García Márquez la
dimensión del relato, en una entrevista para la televisión británica en 1990.
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